Se
tenía la esperanza pero no se pudo, y no fue porque no se luchó, porque se hizo
hasta el final, pero llegar así a la última carrera sin tener el mejor auto era
muy difícil conseguirlo, es más llegar a la última carrera aún siendo líder
pero sin tener el mejor auto o por elegir la peor estrategia también sale mal,
y sino miremos 2010, era la oportunidad perfecta. Lo admito, esto de 2012 lo he
digerido más que lo de 2010 porque no se tenía, pero ese 2010 uff… nunca lo voy
a superar.
Yo
sólo le doy las GRACIAS a Alonso por hacerme soñar, por hacerme creer, ya con
eso me era suficiente, porque en otra situación, u otra persona jamás hubiera
creído. Desde que pasó lo de 2010 me dije que no me ilusionaría más con títulos
o cosas de esas, que vería las carreras sin ninguna esperanza, pero ¿cómo
evitar que ese hombre con lo que hace no te ilusione? Es imposible, y volví a
caer. Verlo ganar en Malasia, en esa carrera en la lluvia, o en Valencia,
saliendo 11 y terminando 1ero y en su casa, y luego todo lo que hizo, como
celebró su victoria, como se la dedicó a su gente, hay que ser de piedra para
no sentir nada, y pues yo no, para estas cosas soy muy susceptible; tan es así
que, puedo decir que solo dos hombres me han hecho llorar, y por supuesto uno
de ellos es Fernando, lloré por su abandono en Japón porque sabía que iba a
costar caro y efectivamente, y se me salieron las lágrimas en Brasil cuando por
sólo 3 puntos no pudo ser tricampeón, aunque era algo que ya tenía un poco
mentalizado, pero uno siempre tiene esperanzas.
Y
a pesar de todo, él no se rindió, otro lo dejaría hasta allí, con tal, igual le
pagan, y ¿para qué matarte por un equipo que no te da lo mejor? Otro puede
razonar así. El lema de la scudería, los éxitos son del equipo, creo que ha
cambiado, en estos tres últimos años los éxitos son de ambos, de piloto y
equipo, es más podría decir que más de piloto, yo siempre he sido ferrarista, y
tan es así, que le voy a Alonso solo porque entró a Ferrari, pero es que lo que
ha hecho me ha conquistado completamente, el nunca rendirse a pesar de ir todo
mal, su optimismo, sus grandes carreras, su forma de ser, de verdad no sé como
alguna vez en la vida me pudo caer mal ¡Cuánto me arrepiento!.
Ahora
está en la flor de su profesión, es el mejor, no hay duda, aunque no sea
tricampeón, para mí lo es, para muchos lo es, en el corazón, es lo que importa,
los números, sólo son eso, un ejemplo lo tenemos en otro gran piloto de la
scudería, Gilles Villeneuve, nunca tuvo un título, y para todos es un campeón,
no creo que haya persona que se atreva a decir que no lo es. Muchas veces las
circunstancias no lo permiten, pero el piloto con sus actos lo demuestra, y ya
eso basta y sobra.
Por
eso es que doy las Gracias a Fernando, por no rendirse, por ser ese campeón, no
importa el 1, el 2, el 3… un campeón es un campeón, más por sus actos que por
los títulos que profesa, sin ofender a los otros grandes campeones que han
demostrado por qué tienen esa cantidad de títulos, pero esto es como los padres
con sus hijos: “el mío es siempre el más bonito”… aunque para los otros no lo
sea.
Y
cuando te pares a pensar por qué no se logró, olvídalo, y recuerda más bien
esas imágenes de Valencia, ganando en casa; Sonríe, y dale Gracias por ese
momento…