Nunca confié ni creí en mi piloto favorito, lo apoyaba pero hasta ahí, lo quería pero conformándome con un segundo puesto, o lo que fuera, aunque él lo daba todo en la pista, pero no era “el favorito”. Este año no cometeré más ese error.
Ese piloto favorito del que les hablo es Kimi, ese mismo que llegó en ferrari en 2007 con expectativas de llevarse el campeonato ese mismo año… pero así como tuvo un buen comienzo, tuvo un mal desenlace… pero un buen final… pero entre ese mal desenlace de la historia la gente habla, y mucho, apareció un niño prodigio, una sensación, que en su año de debut estaba rompiendo todos los récords, superando al favorito para llevarse el título ese año, y las carreras pasaban, y una victoria para Hamilton, otra para Alonso, y así iban, hasta que en las últimas 6 carreras, dio un vuelco todo: alguien sigiloso y callado comenzó a superar a los favoritos, y ganaba una y ganaba la otra carrera, y yo súper emocionada, pero por estar escuchando lo que decían los demás pensé que ganaría pero no era suficiente para el campeonato, ¿por qué? Porque aunque él estaba ganando, su contrincante siempre sumaba y a la final iba primero, llevaba una ventaja muy grande de puntos, y la constancia es lo que vale, así que era imposible. La palabra imposible no existe cuando se quiere una cosa, pero yo todavía esto no lo entiendo, y cuando me dicen imposible ya creo que no va a poder ser.
Entonces como todos sabemos Hamilton comenzó a cometer errores, pero malvado pesimismo de uno, que viene y te susurra, no te hagas muchas ilusiones que ya llegamos a la penúltima carrera y él lleva mucha ventaja, no necesita ganar para lograrlo, con un 7mo puesto lo logrará… y llega el día de la carrera final, y sucede lo que sucede… emoción total porque mi favorito va liderando, pero me vuelve a hablar esa conciencia pesimista, que es algo así como para que no te duela tanto cuando suceden las cosas, o una forma de advertencia, además de que todo el mundo no daba ni un céntimo partido en dos por él… y yo, lo acepto, ya me había resignado que iba a ser de Hamilton, pues sí, ya yo tenía nombre de ese mundial, sin ver la carrera… bueno acontece la carrera y kimi lidera, Hamilton por atrás, vuelve esa vocecita: todavía falta mucho, kimi puede romper motor, salirse de pista, un error en los pits… pero es que soy tan fatalista! Hamilton va a remontar muchas posiciones y va a llegar en la posición que necesita; esto último lo más posible, ahh es cierto, bueno no importa Kimi será segundo.. algo es algo. ¡MAL! El conformismo es lo peor que te puede pasar. Y pues sorpresa, Kimi pasó la línea de meta, pero ¿y Hamilton? Ahh seguro que quedó 6to o 5to, es decir tiene el título… pues no, Hamilton no llegó en lo que necesitaba, y Alonso tampoco, así que el título fue de kimi, a pesar de lo que dijeron los demás… no lo podía creer, y ahí sí me alegré, brinqué, felicidad.. cuando nunca confié en él desde el principio, y eso que era su seguidora, imagínense si no lo hubiera sido.
Con esta anécdota, quiero decir, de cara a este campeonato, que confiemos en aquellos pilotos que seguimos, no pensemos lo peor para no desanimarnos, siempre pensemos lo mejor, pensemos que sí lo van a lograr, que sí lo logran al menos no nos sentiremos culpables de no haber confiado en ellos, y si no lo logran, nos queda el consuelo de haberlos apoyado, que nunca pensamos lo peor para ellos, porque es que siempre estamos pensando en eventos inesperados que sucederán y que imposibilitarán el camino a la gloria… como para que si por casualidad suceden, digamos, yo sabía que eso iba a pasar; nuestros pilotos siempre quieren ganar, estén donde estén, en el equipo que estén, para eso se corre ¿no? Por eso hay que apoyarlos, no importa lo que se diga de ellos, las cosas que inventan, todo. Como todo, ellos no le caen bien a todo el mundo, ni nosotros que no somos famosos o personas públicas, todos aquellos que conocemos no son nuestros amigos, le tenemos que caer mal a alguien así sea sin razón, es algo normal en el ser humano.
Así que, señores, apoyen a sus favoritos, así no tengan ninguna oportunidad…error… ninguna oportunidad no… mientras existan las matemáticas y en un tiempo establecido sumando y sumando se puede llegar a un número requerido, todos tienen oportunidad, de esta manera, si nuestro favorito gana no nos agarrará de sorpresa, y no nos sentiremos culpables de no haber confiado en él, porque ¿para que correr y tener seguidores si no confían en ti? Entonces no vale de nada, no nos guiemos por lo que dicen los astros y las estrellas, y los eruditos en fórmula 1, por lo que dicen las apuestas, por cómo se encuentre el auto en que conducen, guiémonos por lo que dicta nuestro corazón… y no por lo que dicen los demás.