Hoy, 6 de Febrero se cumplen 2 años de aquel accidente de Robert Kubica en el rally de Andorra del 2011, rally en el que participába un fin de semana cuando ya habían empezado los test de pretemporada de F1... si tan solo no lo hubieran dejado participar, tal vez la historia sería otra, pero que va a saber uno que le tiene preparado el destino.
Robert Kubica es de los pilotos talentosos natos, que lo lleva en la sangre: correr, competir, como diría Ayrton Senna. Pero también ha tenido "mala suerte", aunque yo no lo llamaría así, diría mas bien que siempre ha ido al límite, como los grandes "si lo tienes todo bajo control es que no vas al límite". Así es Kubica.
3 accidentes fuertes, y de dos salió airoso, aunque del 3ero se puede decir que también. El más fuerte y feo, el de Canadá 2007, un accidente terrible donde pudo perder la vida, pero que milagrosamente se recuperó y volvió un año después a las pistas y en ese mismo circuito donde tuvo el accidente logró su 1era victoria. Todo un grande.
Su paso por la F1 sin duda fue muy bueno, una victoria, varios podios, a pesar de no estar en equipos altamente competitivos, es de esos pilotos que exprime el auto. Si esa viga, en ese rally no se hubiera atravesado en su camino, yo creo que ahorita estuviera bien alto, sin duda, pero no hay que lamentarse, las cosas pasan por algo. Hay que dar las gracias de que está vivo, otros grandes pilotos no han corrido con la misma suerte. Está vivo y entero, que es lo importante, su "imposibilidad" de una mano no le ha evitado seguir su pasión, los rallies, y allí lo tenemos, compitiendo de vez en cuando, porque lo lleva en la sangre y no se rinde.
Somos amantes de la F1 y por supuesto que queremos verlo allí, pero miremos atrás, en la historia de la F1, y demos gracias de que al menos podemos verlo, y seguir escuchando su nombre, Kubica ha demostrado que no es de rendirse, ha demostrado ser un hombre de hierro... y una mano no lo va a detener ;)